Rocío Práxedes. Dietista-Nutricionista
La paleodieta toma como referencia la supuesta alimentación que llevaban los seres humanos en un periodo de la historia anterior a la agricultura moderna. Sugiere que muchas enfermedades y trastornos metabólicos se deben a que nuestros cuerpos no se han adaptado desde el Paleolítico a la dieta actual.
La dieta paleo incluye alimentos como el pescado, la carne, las frutas, las verduras y algunos tubérculos, pero excluye alimentos tan nutritivos como los lácteos, los cereales y las legumbres. Quizás lo único que puedo compartir con este método para combatir el sobrepeso y la obesidad, es que minimiza el consumo de alimentos procesados y prioriza la ingesta de productos frescos.
La mayoría de los estudios de la paleodieta incluyen en la muestra estadística a un pequeño número de personas que realizan la dieta en un corto período de tiempo, y los participantes a menudo abandonan el estudio porque la dieta resulta difícil de seguir. Por todo esto, los resultados no son confiables.
Basándonos en la ciencia podemos decir que:
No había una dieta precisa en ese periodo de la historia anterior a la agricultura moderna.
Aunque gran parte de la población hoy día necesita comer más frutas y verduras, no hace falta una dieta paleo para incluir estos grupos de alimentos.
Pese a que la paleodieta puede ayudar en la pérdida de peso a corto plazo, no sabemos lo suficiente sobre los efectos que tiene en el largo plazo.
Aunque aporta saciedad, una dieta equilibrada y saludable también puede proporcionar este beneficio.
Y lo más obvio:
Conseguir el alimento en aquel período antiguo no era fácil ni se lograba a diario, suponía mucho esfuerzo y gasto físico. Ahora comemos varias veces al día, tenemos que aprender a vivir con los estímulos continuos de la comida, y pasamos muchas horas sentados.
Los inconvenientes de seguir esta dieta son:
El coste económico de la cesta de la compra.
La restricción de alimentos.
Es difícil de mantener en el tiempo.
Hay riesgo de sufrir carencias nutricionales.
Supone un elevado consumo de alimentos de origen animal.
No apuesta por la sostenibilidad ambiental.
La ingesta de carbohidratos puede ser demasiado baja, especialmente para las personas más jóvenes, las que practican más ejercicio físico, y/o las de mayor estatura.
Y en personas con enfermedades crónicas como la diabetes, las dislipemias, disfunciones renales, o con problemas cardiovasculares, podría agravar el estado de salud.
Los dietistas-nutricionistas podemos ayudar a los pacientes a perder peso y a mantenerlo a largo plazo sin experimentar con dietas milagro. En el tratamiento, consideramos aspectos como la edad, el sexo, el estilo de vida, el estado de salud, la ingesta habitual de alimentos, el presupuesto para la cesta de la compra y las preferencias alimentarias. Los dietistas-nutricionistas tenemos un título universitario en nutrición humana y dietética, y para ejercer en la Comunidad Valenciana, necesitamos legalmente estar colegiados, condición que además entraña una conducta profesional ética.
En el centro sanitario DIETHAS te daremos consejos de alimentación que velen por tu salud, basados en la ciencia, y que se adapten a tus necesidades nutricionales y calóricas.