Lo que los frutos secos nos proporcionan
Grasas: aproximadamente la mitad de su peso está formado por grasa muy rica en ácidos grasos mono y poliinsaturados. Por todo ello, los frutos secos reducen el Colesterol LDL (malo), aumentan el colesterol HDL (bueno) y nos protegen de las enfermedades cardiovasculares.
Proteínas: muy ricos en proteínas, se suplementan muy bien con las legumbres, los cereales y la leche.
Minerales: son fuente de calcio, hierro, magnesio y fósforo.
Vitaminas: están presentes prácticamente todas excepto la vitamina B12 y vitamina D.
Elementos fitoquímicos: flavonoides, fitoesteroles, isoflavonas, entre otros.
Al introducirlos breves momentos en agua hirviendo, los frutos secos crudos, se vuelven más tiernos y se les puede quitar con facilidad la piel, esta es la forma más nutritiva de consumirlos. Con el tostado, sufren una pérdida del 75% de la vitamina B1, si los consumimos salados, pueden ser contraproducentes para la hipertensión, y si los adquirimos fritos aportarán más calorías.