¿Qué es eso del metabolismo?
El metabolismo es la extraordinaria capacidad que tiene nuestro cuerpo de crear: somos capaces, por ejemplo, de obtener glucosa a partir de nuestra grasa corporal, o de convertir el filete de la comida en tejido propio. Algunas de estas reacciones químicas necesitan energía para llevarse a cabo, y otras, la generan; de ahí que hablemos de Kilocalorías, es una forma de medir dicha energía.
¿Qué puede influir en nuestro metabolismo?
Gastamos la energía procedente del metabolismo en trabajar, amar, vivir… Y la obtenemos a partir de los alimentos.No todo el mundo requiere las mismas kcal por día. La edad, la talla, el sexo, el propio peso, la complexión corporal -determinada por la circunferencia de la muñeca en relación a la altura-, la musculatura, el oficio con el que nos ganamos el pan, las horas que dedicamos al ejercicio físico… incluso la digestión y lo que comemos, influyen en nuestro consumo de “gasolina” diario.La alimentación de una persona o suministro de energía debe garantizar que sus funciones vitales y cualquier actividad se realicen de manera óptima.Así que para mantener el peso corporal, se necesita comer lo mismo que se gasta, es decir, que las reacciones químicas a las que hemos llamado metabolismo gasten las mismas kcal que suministran.
Los componentes que determinan el gasto energético humano son:
- La tasa metabólica en reposo o gasto energético en reposo (GER)
- El efecto térmico de los alimentos (ETA)
- La actividad física (AF)
1. El gasto energético en reposo (GER)
Se trata de la energía que consumimos en reposo, sin pasar ni frío ni calor, es lo que necesitamos para mantenernos vivos; guarda relación con el peso, la altura, el sexo y la edad -si comes lo mismo ahora que cuando eras adolescente probablemente engordes-, puede suponer hasta el 70% de las Kcal que necesitamos en un día.Nuestro corazón, riñón, hígado y cerebro, consumen la mayor parte de esta energía. Sin embargo, las situaciones de carencia alimentaria, afectan a este gasto negativamente, ya que nuestro cuerpo en su afán por sobrevivir, tratará de conformarse con menos.Tenemos, por tanto, dos poderosas razones para no seguir dietas muy restrictivas: mantener la integridad de nuestros órganos vitales y su correcto funcionamiento, y evitar que nuestro cuerpo ponga en marcha mecanismos de ahorro y eficacia.
2. Efecto térmico de los alimentos
Es la energía empleada en hacer la digestión, este componente se lleva aproximadamente el 10% del gasto total.
3. La actividad física
Hay dos tipos de actividad física, la que desempeñamos por ejemplo en el trabajo, la casa y la familia, y la que realizamos mediante el ejercicio físico programado. La tasa de gasto puede variar entre el 10 y el 50% según individuo, está determinada por la intensidad, la duración de la actividad, el número de músculos implicados en el movimiento, el grado de entrenamiento y el propio peso de la persona que la realiza.La actividad física puede ser solamente de 100Kcal/día en los sujetos más sedentarios o llegar a 3000 Kcal/día en los atletas.
Conclusiones
Salvo en situaciones de enfermedad que puedan influir sobre el metabolismo, nosotros tenemos la llave del cambio.
Podemos determinar en gran parte nuestro gasto diario a partir de lo que comemos y lo que nos movemos.
Hacer dietas milagro para conseguir un resultado rápido, puede volverse en nuestra contra, porque pueden reducir el gasto básico del cuerpo.
No hay que tener prisa para bajar de peso.
Es importante ponerse en buenas manos, y seguir un tratamiento personalizado, no hay dos personas iguales.
El éxito está en el mantenimiento del peso perdido, y se consigue equilibrando ingreso y gasto de energía.