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Ayuno Intermitente

La dieta del ayuno intermitente enfocada a la pérdida de peso ha despertado gran interés en los últimos años. El número de artículos, libros, seguidores y prescriptores que hablan con entusiasmo o aconsejan incorporar el ayuno a nuestras vidas es mayor que el número de estudios que examinan al detalle sus efectos. ¿En qué consiste el ayuno intermitente? Y, ¿de verdad sirve para perder peso?

Rocío Práxedes. Dietista-Nutricionista

En qué consiste el ayuno intermitente 

Empiezo por explicar que ayunar significa no comer ni beber nada que no sea agua.   

El ayuno intermitente es una estrategia dietética en la que de forma voluntaria y consciente se limitan las kilocalorías ingeridas y el momento de hacerlo. 

Hay diferentes formas de ayuno intermitente: 

  • Alternar días de consumo normal con días de una sola comida al día. 
  • Realizar 1-2 días de ayuno completo a la semana. 
  • Comer solo a determinadas horas del día, por ejemplo 16 horas de ayuno y 8h de ventana alimenticia. 

El objetivo, si queremos perder kilos,  es ingerir menos calorías de las que se gastan, es decir, el fundamento es el mismo que en las dietas de restricción calórica estándar. La discusión está en si alargar el tiempo entre comidas tiene mayores beneficios para la salud de las personas. 

Evidencia científica 

La heterogeneidad entre los estudios en cuanto a las características de la dieta, el número de personas que participan en los estudios, la duración del tratamiento dietético, el índice de masa corporal de los participantes, así como sus enfermedades de base, suponen la primera barrera para sacar conclusiones satisfactorias.  

La mayoría de los estudios concluyen que no existen diferencias significativas en la pérdida de peso ni en la grasa corporal en comparación con la restricción calórica diaria estándar. Sin embargo, se observan ciertas mejoras metabólicas que requieren de más investigación (p.ej. hay mejoras en la sensibilidad a la insulina). Así que hacen falta más estudios y de rigurosa metodología para afirmar sus beneficios y asegurar que no produce efectos indeseables. 

Conclusiones 

El primer tratamiento para la pérdida de peso sigue siendo la dieta hipocalórica convencional, con una restricción entre 500-1000Kcal al día, y un reparto de proteínas, grasas e hidratos de carbono individualizado que dependerá de múltiples factores como la edad, la estatura, el ejercicio físico y las enfermedades existentes. 

El éxito en la pérdida de peso depende más del grado de adherencia al tratamiento y la constancia que del tipo de estrategia dietética. No obstante, cualquier propuesta en este sentido tiene que satisfacer las necesidades nutricionales del paciente y cuidar su salud. 

La tasa de abandono en el modelo de dieta de ayuno intermitente es más alta que en el sistema de restricción calórica convencional. 

Reducir los momentos de exposición a la comida ayuda a reducir la ingesta. 

Hacer ayuno intermitente no es tener licencia para comer de todo, debe llevarse una dieta equilibrada y saludable durante la ventana de alimentación. 

Hacen falta más estudios y bien diseñados que avalen el ayuno intermitente como dieta terapéutica. 

Quizás los resultados que se obtengan en el futuro no sean lo que se espera en cuanto a perder peso, y, sin embargo, sean esperanzadores en el abordaje de enfermedades asociadas, o no, a la obesidad. 

Quiero terminar invitando a una reflexión: ¿Cuántas veces al día comemos? ¿Cuántas veces y en qué momentos del día nos movemos? 

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