- Toma un buen vaso de agua mientras esperas el menú. El líquido ocupará un volumen en tu estómago, que te ayudará a comer menos después.
- Opta por primeros platos ligeros, como las ensaladas, y pídela sin aderezos, así puedes controlar la cantidad de aceite que añades.
- Come menos cantidad de los platos más calóricos, o bien, conviértelos en plato único.
- Opta por pedir medio menú (1 plato, pan, bebida y postre).
- Si en la comida hay aperitivos, elige mejillones al vapor, tellinas, pepinillos en vinagre… aportan muy pocas calorías.
- Otra solución sería pedir un plato combinado de pescado o carne magra (con poca grasa), acompañado de parrillada de verduras, un poco de pan y una fruta.
- El bocata también puede ser una correcta elección, unos 60-80g de pan, con atún y olivas, o jamón cocido y queso fresco, tortilla francesa con verduras, jamón serrano y tomate, anchoas y queso fresco, lomo con tomate natural, o pechuga con tomate natural y lechuga… como ves hay mucho dónde elegir.
- Mejor elegir elaboraciones sencillas (plancha, parrilla, horno), a preparaciones con salsas, nata, etc., o al menos pedir que te sirvan las salsas aparte, así controlas cantidad.
- Cambia las patatas fritas por una guarnición vegetal (ensalada verde, pimientos del piquillo, champiñones…).
- Escoge fruta fresca, macedonia de frutas, compotas o postres de leche desnatados. Reserva para ocasiones especiales los postres más calóricos.
- Para acompañar las comidas, toma una pequeña cantidad de pan, una o dos rebanadas, de dos dedos de grosor.
- En cuanto a la bebida, el agua, es sin duda, la elección más saludable. Utiliza otras bebidas ocasionalmente.
- Si tienes costumbre de tomar una taza de café o infusión después de comer, pídela sin azúcar, la puedes endulzar con edulcorantes sin calorías (sacarina, aspartamo, ciclamato).
|
Evita el consumo de:
- Carnes grasas
- Quesos grasos
- Embutidos
- Mantequilla
- Salsas con nata
- Productos con aceite de palma o coco
Disminuye el consumo de:
Consume preferentemente:
- Pescados
- Legumbres sin tropezones de embutidos
- Verduras
- Ensaladas aliñadas con un poco de aceite de oliva
- Pasta sin salsas y controlando la cantidad de queso
- Arroces
- Bocadillos o pincho a base de verduras o pescado (atún, boquerones, sardinas…)
- Frutas o lácteos desnatados como postres
Muy importante:
No te saltes ninguna comida, si piensas que comerás o has comido demasiado, es preferible reducir cantidades y mantener todas las ingestas del día.
|