Rocío Práxedes. Dietista-Nutricionista
Cuando piensas en hacer dieta, probablemente te deprimes, ya que la interpretas como un período lleno de sacrificios y restricciones. Sin embargo, la esencia de la palabra «dieta» se refiere a hábitos saludables y conductas repetidas que buscan cuidar tu cuerpo. En este artículo, hablaremos de la dieta entendida como un estilo de vida saludable, ofreciendo consejos prácticos que puedas incorporar en tu día a día.
- Aumenta el consumo de alimentos de origen vegetal: No solo frutas y verduras, sino también legumbres, arroz, pasta y pan. Si son integrales, mejor, debido a su efecto saciante y los beneficios de la fibra.
- Prefiere la comida casera: Evita los platos preparados y dedica tiempo semanalmente a comprar, cocinar y guardar porciones de comida (batch cooking). Esto te ayudará a evitar improvisaciones poco saludables.
- No temas a las verduras: La lechuga y otras verduras tienen un aporte calórico muy bajo (aproximadamente 20 kcal por cada 100 gramos), por lo que no es necesario limitar su consumo en las dietas para perder peso.
- Controla las porciones: La ración recomendada de legumbres, pastas y arroces es de 60-80 gramos, y para la carne o el pescado es de 100-150 gramos. Estas cantidades pueden variar según la edad, sexo y nivel de actividad física. Si necesitas perder peso, busca el consejo personalizado de un dietista-nutricionista.
- Modera el consumo de grasas malas y azúcares: Lee las etiquetas nutricionales y compara productos para elegir aquellos con menores cantidades de ácidos grasos saturados y azúcares.
- Limita el consumo de carne: Consume carne magra hasta 3 veces por semana y reserva la carne procesada para ocasiones especiales. Las carnes magras incluyen pollo sin piel, pavo, conejo y ciertos cortes de ternera, cerdo (lomo y solomillo) y cordero. Evita las carnes procesadas, que son conservadas mediante curado, ahumado, salado o conservantes.
- Controla la cantidad de grasa: Utiliza entre 30 y 60g de aceite de oliva virgen extra al día (3-6 cucharadas soperas).
- Acompaña una buena alimentación con ejercicio: Practicar un deporte nuevo te permitirá quemar más calorías, relacionarte con personas con buenos hábitos de vida y desconectar de la rutina.
- Consulta a un dietista-nutricionista colegiado: Si necesitas educación alimentaria, los dietistas-nutricionistas pueden adaptar tu alimentación a tus necesidades individuales, considerando tu historial de peso, horarios de trabajo, tiempo disponible, enfermedades, medicación, etc. Aprender a comer es el secreto para mantener un peso sano y estable de por vida.